SANTIBÁÑEZ DE BÉJAR

Santibáñez de Béjar – De tradición chacinera y pasado ligado a la lana

Santibáñez de la Sierra se asienta en la ladera este de una de las estribaciones de la Sierra de Quilamas desde donde se domina un amplio valle por el que discurre el río Saltillo, afluente del Alagón.

Al igual que otros pueblos de la sierra, el privilegiado emplazamiento y la exuberante vegetación son sus notas características.

Santibáñez es encrucijada de caminos. Tierra de historia y prehistoria, de viñas y lagares, de folklore, y tradición de danzas ancestrales, de misterios, secretos y simbolismos.

Su nombre se debe a la desaparecida ermita de San Juan, de la que sólo quedan sus cimientos perdidos en el monte.

Su origen se remonta a un castro vetón. Después ocupado por romanos, visigodos, judíos y árabes. De la presencia de los visigodos nos da fe una inscripción en la antigua ermita de San Juan, así como varios sepulcros antropomorfos.

Al igual que los demás pueblos de la Sierra fue repoblado por leoneses, asturianos y gallegos y por franceses y gascones. Y estuvo integrado en el condado de Miranda del Castañar.

Tradicionalmente, las dos fuentes de riqueza locales eran la lana y la montanera, representadas heráldicamente por la figura artificial de una tijera y la natural de las bellotas. Santibáñez de Béjar se vio beneficiada por la Mesta, practicándose en sus pagos el esquileo. Eran muchos los corrales, repartidos por el término y parajes por donde transcurría el ganado trashumante, en donde se empacaban los vellones para ser transportados. Una parte eran conducidos a Béjar para su transformación textil y otra, vía Burgos, llegaba a Bilbao para ser exportada.

Uno de los ingresos seguros del Municipio era la explotación de la bellota, cuya temporada de utilización duraba siete semanas, estableciéndose durante dicho periodo rigurosa vigilancia. Aún conserva disposiciones del siglo XIX que regulaban su aprovechamiento para la cría del cerdo.

Actualmente la principal fuente de ingresos se basa en el cultivo de la uva autóctona, la uva rufete, y de la cereza. Su economía se sustenta en la agricultura con abundancia de viñedos, frutales y huertos. Los viñedos se remontan a la época romana, aunque es muy posible que existieran con anterioridad. Sus vinos gozan de prestigio desde la Edad Media.

El municipio forma parte de la Reserva de Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia.

También forma parte del espacio natural protegido de la Sierra de Las Quilamas, así como de la ZEPA del Río Alagón por la presencia de cigüeñas negras.

Datos de contacto:

Ayuntamiento

Dirección: Calle Consistorio, 13, 37740 Santibáñez de Béjar, Salamanca

Teléfono: 923 59 40 01

Email: consistoriosb@hotmail.com

Web: http://santibanezdebejar.es

Artesanos destacados de Santibáñez de Béjar.

Turismo de naturaleza

Caminos, sendas y veredas recorren el término municipal como:

Ruta de los miradores de la Sierra entre San Esteban y Santibáñez de la Sierra que es un recorrido circular de cinco kilómetros entre ambas localidades, fácil de realizar y especialmente diseñada para un turismo de tipo familiar.

La Ruta del Alto Alagón distribuida en doce etapas y ochenta kilómetros es un desafío para los caminantes amantes de la naturaleza y un gozo para los sentidos. Comienza en el municipio de Frades de la Sierra y sigue el curso del río hasta adentrarse en tierras extremeñas.

La Ruta de los Paisajes Serranos sigue el trazado de la calzada romana desde Santibáñez hasta los Puentes del Alagón.

Santibañez, destaca, al igual que todos los municipios de la Sierra por su entorno natural, la belleza de su paisaje y la riqueza de su flora y fauna.

Turismo cultural

El monumento histórico más visible y significativo es la Torre del Marqués de Fuentesol, construcción militar del S. XIII. Originalmente era un puesto de vigilancia fronterizo, juntamente con otra de iguales características, de la que quedan vestigios, con una pequeña fortificación complementaria. Ambas torres dominaban el paso hacia el Reino Leonés, camino de Guijo de Avila.

Además de la Torre, destaca entre sus monumentos la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol (S. XV), la Ermita de Nuestra Señora de Valparaíso (Se cree que originalmente fue construida sobre un antiguo templo romano del que se conservan las bases) y el edificio del Reloj (construido en 1892 en piedra de granito).

Entre su patrimonio destaca El Risco (importante poblado calcolítico del (3.000 a.C., periodo en el cual se desarrolla el fenómeno megalítico: técnica de enterramiento colectivo que se realiza en estructuras tumulares a base de grandes bloques de piedra que forman una cámara, a la que en ocasiones se añade un corredor de acceso; en dicha cámara se enterrarían los miembros de una misma familia) y El Cerro del Berrueco (el poblamiento y yacimiento arqueológico del Cerro del Berrueco, se sitúa en un cerro de 1.354 m de altitud en el límite sureste de la provincia de Salamanca con la de Ávila en los términos de Medinilla, Puente de Congosto y El Tejado. El yacimiento se conocía desde antiguo por numerosos hallazgos dispersos en colecciones particulares. No se han realizado excavaciones, pero dichos hallazgos presumen una ocupación desde el s.VII al s. III a. C., por tanto sin romanizar).

Senderismo

Las orillas de los ríos Valvanera y Tormes, donde bajan a beber los jabalíes, albergan los restos de las viejas norias, y por ellos pasan algunos de los caminos que nos llevan a pueblos cercanos como Puente del Congosto, Sorihuela, El Tejado, La cabeza de Béjar, o un poco más alejado, Ledrada, siendo la Ruta del Río Tormes (o del Cordel) las más larga, con unos 13 kilómetros.

Escalada

Los amantes de la escalada, conocen bien de El Risco, un paraje que esconde un importante poblado calcolítico del 3.000 a.C. De igual manera, el cercano yacimiento arqueológico alberga restos de un asentamiento aún sin excavar que datarían del siglo VII al III a.C.

Las fiestas patronales de la localidad son San Blas el 3 de febrero y San Agustín el 28 de agosto. Se mantiene la tradición de anudarse al cuello la gargantilla de San Blas para prevenir las enfermedades de garganta.

La fiesta de San Agustín con misa y procesión, se acompaña de bailes tradicionales, charangas, verbenas y novilladas.

Existe la leyenda que sitúa en este lugar el nacimiento de Montesinos, hijo del conde francés Grimaldo.

Otra leyenda sostiene que hasta aquí llegó para morir el conde Don Rodrigo tras ser derrotado por los árabes. Y que en la Sierra de Quilamas escondió el tesoro que traía.

Gastronomía

La gastronomía se enmarca en la cocina serrana, con recetas muy conocidas como las “patatas meneás” o las patatas rebozadas y el limón o la naranja serrana, junto con los asados de cabrito, tostón y cordero.

Dulces típicos son las perrunillas, las roscas, mantecados y los sacatrapos, una especie de rosquilla enrollada en espiral con azúcar espolvoreada por encima. Los platos más tradicionales de esta localidad son las patatas revueltas, el cocido, unos buenos platos de jamón serrano y algunas otras delicias de estas tierras.
Otra costumbre típica de este pueblo y los de la zona y relacionada con la gastronomía es salir los domingos por la mañana a hacer ruta por los bares, para degustar tapas, charlar con los vecinos y tomar un vino.

En fechas señaladas es típico consumir la ensalada de limón, las sopas de ajo y el hornazo.

La localidad se acoge a la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca.