CANDELARIO

Candelario – Localidad Conjunto Histórico Artístico

Candelario fue nombrado en 1975 localidad Conjunto Histórico Artístico, entre otras cosas por su implicación en el mantenimiento de las tradiciones y costumbres que su antepasados les dejaron como legado. La riqueza de su población, de sus costumbres, y de su folklore: Las invasiones, las guerras, las persecuciones religiosas son la principal explicación. Las culturas musulmana, judía, y cristiana se funden en una curiosa alquimia cuyos trazos se reencuentran en las técnicas agrícolas, de riego, en la arquitectura y el urbanismo y también en el peculiar carácter de sus habitantes. También encontramos orígenes franceses debido a la repoblación de la comarca por contingentes galos, después de las reconquistas sobre los moros.

También ha sido nombrado uno de los pueblos más bonitos de España, Candelario es una visita obligada para quienes se acercan a conocer las Sierras de Salamanca.

Datos de contacto:

Ayuntamiento

Dirección: Calle Manuel Fonseca, 5, 37710 Candelario, Salamanca

Teléfono: 923 41 30 11

Email: info@candelario.es

Web: http://www.candelario.es

Artesanos destacados de Candelario.

Turismo de naturaleza

La Sierra de Candelario, Béjar o Solana es un viejo macizo palezoico perteneciente a la Cordillera Central, que se alza al oeste de la Sierra de Gredos. Su bella diversidad paisajística es el resultado de un intenso y diferenciado modelado glaciar y fluvial.

Es un punto de partida excepcional para ascender a los picos más altos de las provincias de Salamanca y Cáceres: el Canchal de la Ceja y el Torreón, respectivamente. Muchas otras son las ventajas que ofrece su Sierra: la cercanía de la estación de esquí La Covatilla, la ruta a las Lagunas del Trampal, paseos por sus bosques de castaños y pinos, una gran producción micológica y un pueblo dinámico que desborda vida en verano.

Rutas

Algunas propuestas de diferentes rutas e itinerarios para realizar en la comarca y localidades cercanas.

Paseo por la Cruz del Herrerito

Al suroeste y a poca distancia de Candelario, un cerro cubierto de un denso pinar preside y vigila la vida en la Villa. En él se encuentra el área de recreo de la Cruz del Herrerito, donde podremos encontrar mesas, barbacoas de piedra y una fuente.
Desde este lugar las vistas son muy interesantes, al frente vemos la presa de Navamuño con la sierra al fondo y si remontamos un poco el cerro, llegaremos en unos minutos a la cima desde la que tendremos una vista del pueblo en primer plano, algo más allá se asoma la ciudad de Béjar y al fondo la sierra de Cabeza Gorda y el puerto de Vallejera.

Para llegar hasta aquí tenemos dos opciones: la más cómoda es subir con nuestro coche por la carretera de la sierra, para en unos 2,5 kms., poco antes de llegar a la fábrica de embutidos, tomar un camino de tierra, indicado por un monolito de piedra de la Junta, que nos acercará en unos 400 metros hasta el área de recreo. La otra opción, más gratificante, es seguir una vereda que partiendo del mismo pueblo nos llevará en un agradable paseo hasta allí.

Ruta de La garganta del Oso

Saliendo de Candelario por la carretera de Navacarros, a 3 Km. aproximadamente, encontramos a la derecha una amplia pista, sin mucha pendiente que nos conducirá hasta una construcción para albergar ganado. A partir de aquí, el camino se vuelve más empinado, atravesando un bosque de robles, cuya sombra agradecemos mucho en verano. En este tramo si vamos atentos, podremos observar, a la izquierda, un sendero marcado con hitos de piedra, que nos conducirá hasta los picos Colorino, primero, y después, Peña Alaíz. Si seguimos por la senda que veníamos, llegaremos hasta la confluencia de los arroyos del Águila y del Oso, cuyo curso baja hasta aquí encajonado en la Garganta del Oso.

Esta ruta, que puede hacerse andando o en bicicleta de montaña, presenta una dificultad media baja. Si queremos evitar circular por la carretera podemos realizar el primer tramo bajando hasta el albergue de La Canaleja, de propiedad privada, y desde aquí tomar el camino de Béjar a la sierra.

Ruta del Cancho de la Muela

Para el primer tramo de esta ruta existen dos opciones: o bien tomamos la carretera de La Garganta, desde el pueblo de Candelario y la seguimos, o procuramos evitarla saliendo del pueblo por un cómodo camino empedrado en algún tramo, que parte frente al complejo turístico Cinco Castaños y que vuelve a confluir con la carretera ya mencionada antes de llegar al puente de Los Avellanes, el cual atravesamos siguiendo la carretera. Ésta se dirige, después, en un fuerte ascenso, hasta las proximidades del embalse de Navamuño , el cual podemos contemplar desde algunos puntos de la ruta en todo su esplendor. A la altura de una fuente que encontramos junto a la carretera, parte a la izquierda una pista que atravesando un pinar, nos lleva en continuo ascenso hasta el alto del Cancho de a Muela, fin de nuestra ruta y desde el que podemos contemplar un espectacular paisaje de la sierra.
Esta ruta que puede hacerse andando o en bicicleta de montaña, presenta una dificultad Media.

Las Lagunas del Trampal

Desde Candelario se toma la carretera de la Sierra, enseguida dejamos a la derecha el complejo turístico Cinco Castaños y , unos dos kilómetros más adelante, una fábrica de embutidos. A partir de este punto, la carretera, sin dejar su ángulo ascendente, entra en una zona de amplio horizonte, llegando hasta la primera plataforma en unos 7 kilometros, donde existe un aparcamiento y un hostal-refugio. Si el tiempo y la nieve lo permiten, podremos subir en coche otros tres kilómetros hasta la segunda plataforma.

Antes hemos pasado el Mirador de la Sierra, balcón privilegiado desde el que podremos contemplar una panorámica excepcional.

La segunda plataforma supone irremediablemente el final de nuestro viaje en coche, a pertir de este punto es obligado seguir a pie a través de un sendero marcado por hitos de piedra. En algo más de una hora de marcha llegaremos hasta un gran hito que indica el final de la ascensión, cruzando el llano encontramos en la otra vertientes las lagunas de El Trampal, ya en la provincia de Ávila, de origen glaciar se presentan escalonadas y casi siempre cubiertas de nieve.

Esta ruta, que solo puede hacerse andando, presenta una dificultad media alta.

Hoya Moros

Al este de Candelario y junto a las piscinas municipales encontramos un cruce donde comienza la carretera de La Garganta. Siguiendo esta carretera en unos 4 kilómetros llegaremos al puente de los Avellanes que cruza el río Cuerpo de Hombre. Junto a él parte a la izquierda una pista que en aproximadamente 1 kilómetro nos acercará hasta el área recreativa de La Dehesa de Candelario, donde existe un refugio de piedra y una fuente rodeados de un gran robledal.

Una explanada nos permitirá dejar nuestro coche para continuar a pie por una buena pista que, atravesando primero el robledal y desechando todas las bifurcaciones que parten a la izquierda, nos llevará en dura ascensión hasta una senda marcada con hitos que conduce al valle glaciar de Hoya Moros , donde una extensa pradera rodeada de altos paredones sirve de nacimiento al río Cuerpo de Hombre.

Es este uno de los parajes más bellos de toda la sierra y de gran valor ambiental, al igual que toda la ruta descrita.

Candelario – Baños de Montemayor: Comenzaremos nuestra andadura desde la bella localidad de Candelario, la cual abandonaremos por la carretera que comunica con el pueblo de La Garganta, tras avanzar aproximadamente un kilómetro, y medio, nos encontraremos un ámplio camino … (Mas información: aquí)

 

Deportes de montaña

La Covatilla es el nombre corto que los salmantinos le dan a la Estación de esquí Sierra de Béjar – La Covatilla, situada en el paraje del mismo nombre, en el municipio de La Hoya, muy cerca de Béjar.

La estación, que es la única de este tipo en la provincia de Salamanca, consta de 31 pistas con distintos niveles de dificultad (azules, verdes y rojas), con una cota mínima de 1995 metros y una máxima de 2369 metros. Ofrece servicios de enseñanza de esquí, además de restaurante, cafetería, alquiler de equipos, reparación de los mismos y un centro asistencial entre otros.

Turismo cultural

La villa de Candelario se escalona en la ladera de la sierra de su mismo nombre, lo que hace inevitable que su entramado callejero sea complicado, con las calles principales en el sentido de la pendiente y las calles y callejas secundarias transversales a las anteriores. Esta falta de horizontalidad confiere a sus rincones un sabor y una estética especial y, en consecuencia, el paseo por el interior de su casco urbano es cansado, pero siempre relajante y placentero.

Esta estética tan especial y el hecho de ser uno de los núcleos mejor conservados de la provincia.

Sus callejas estrechas y empedradas son recorridas por sus conocidas regaderas (canalillos de agua cristalina recogida de las nieves de su sierra ) con curvas y recovecos que sorprenden al visitante que se adentra en ellas.

La villa surgió en el Barrio Somero, aquel que levantaran los pastores astures. Este barrio, hoy desaparecido, se encontraba a la derecha del inicio del camino de Navacarros y después se fue ampliando en torno a la Iglesia y a un lado de esta, se situó la judería, lo que actualmente se conoce como Barrio de los perros. En la parte baja de la ladera se encontraban la Ermita del Santísimo Cristo del Refugio o el Humilladero. El resto del pueblo se fue construyendo mucho más tarde, desde la Corredera, y en especial a partir del siglo XVIII cuando se inició la expansión de la industria chacinera.

Museo Casa Chacinera

La casa chacinera y la matanza constituyen el fundamento para la creación de un particular Museo Etnográfico que muestra el modo de vida básico en Candelario a finales del siglo XIX y principios del XX. La ambientación de esta casa chacinera se consigue empleando mobiliario y enseres originales cedidos por los vecinos y que han sido utilizados en la vidacotidiana de esta villa.

La musealización prima el protagonismo de los propios objetos, de tal forma que la información aportada por paneles o módulos expositivos complementarios está perfectamente integrada en los diferentes ambientes para evitar la ruptura del discurso museológico.

La división espacial de la casa en aras de la funcionalidad nos permite tematizar diferentes aspectos de la vida cotidiana, ofreciendo así al visitante las claves para la comprensión de la

Casa Chacinera integradas en una visita que se caracterizará por la ausencia de cortes bruscos.

La musealización contempla además una actuación teatralizada que facilita al visitante dar el salto preciso en el tiempo y sumergirse en el ambiente de la matanza en Candelario entorno 1920, de modo que comprenda mucho mejor los diferentes objetos que le rodean y, en definitiva, el propio museo.

La visita a este particular Museo etnográfico es apta para públicos muy variados, ya que combina hábilmente una serie de elementos que la hacen interesante tanto para los sectores más interesados en la cultura tradicional de la comarca, como para todos aquellos que simplemente quieren disfrutar de un buen rato en un entorno único y agradable. Para lograrlo se han contemplado tres elementos principales:

1.- La casa. Además de ser el continente, constituye en sí mismo un objeto más del museo y, como tal, es explicado en el discurso museológico. Descubriremos el sentido de elementos tan emblemáticos de Candelario como la batipuerta o sus regaderas.
El recorrido permite que el visitante comprenda la importancia de la casa como espacio vivido en la cultura tradicional, transportado al pasado en la visita teatralizada.

2.- Colección etnográfica. Dentro de la casa se encuentra una excelente colección de objetos formada por las más de 400 piezas y enseres que los vecinos de Candelario han cedido en depósito al museo, elementos originales que ayudan a contextualizar y a ambientar las diferentes estancias, dando un mayor realismo a la casa. Se ofrece la información relevante sobre estos objetos de una forma didáctica amena para cumplir nuestro principal objetivo: aprender disfrutando.

3.- La cultura no material. A los dos elementos anteriores hay que sumarle toda la serie de situaciones que se producían alrededor de la matanza. En este caso tienen especial importancia la teatralización y la musealización mediante paneles explicativos puntuales, y medios audiovisuales, todo lo cual nos ayudará a crear un espacio vivo con la casa, los objetos y una serie de escenas cotidianas de la vida tradicional.

Boda típica

El segundo domingo de agosto se celebra esta representación popular del rito nupcial tal y como se realizaba a finales del siglo XIX. Desde el año 2009 declarada fiesta de interés turístico regional.En ella se dan cita numerosas personas ataviadas con los trajes tradicionales, y puede decirse que es la fecha más adecuada para disfrutar de la gran variedad de estos.

Día de la Candelaria

2 de febrero «fecha en la que terminaba la labor chacinera, con la típica matanza del cerdo y la probadura de las chichas. Es una fiesta emotiva y vivida intensamente por las gentes del pueblo. Tras la procesión, las mujeres que han sido madres en el último año, se acercan, tras la imagen de la virgen, a presentar a sus hijos en el templo.

Santa Ana

26 de julio, día de su patrona con procesión donde se exhibe el traje típico. Estas son las fiestas mayores en las que, durante cuatro días, se celebran diversos actos (Musicales, culturales, taurinos… ) que atraen a multitud de visitantes hasta Candelario.

Procesión del Cristo del Refugio

1 de mayo: desde la ermita del humilladero hasta la parroquia. Allí se realiza un novenario, y al domingo posterior a la finalización de éste se devuelve la imagen a la ermita. Es una fiesta que cuenta con gran devoción entre los vecinos.

Gastronomía

Muy conocida en toda España es la tradición culinaria de Candelario, que se hace distinta por los productos típicos de esta tierra.

La cocina tradicional nos ofrece unos platos de fácil preparación con ingredientes normales que antaño buscaban un correcto aporte energético para la fuerte actividad de los habitantes.

Una gastronomía basada en carnes y otros productos de la tierra aderezados con machados de perejil y ajo, junto con otras hierbas aromáticas importantes como el tomillo salsero, laurel, orégano, hierbabuena… dan color a los platos más típicos y sabrosos.

Sin olvidar los embutidos de chorizo, salchichón, lomo y jamón de bellota procedentes de la matanza tradicional del cerdo que obtienen el mejor punto de curación gracias al clima de la Sierra.