Nuestros viñedos están situados principalmente en los pueblos de Sotoserrano y Miranda del Castañar, ocupando un total de 29 Ha.
De estas tierras se obtienen vinos diferentes, auténticos, ligados a la tierra por varias razones.
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El viñedo, integrado totalmente en el paisaje, se cultiva en bancales, de forma tradicional, con técnicas que se encuadran dentro de una viticultura ecológica, sin uso de herbicidas ni insecticidas, en parcelas pequeñas, separadas entre ellas y rodeadas de vegetación que las protege.
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La edad del viñedo va desde los más antiguos que tienen más de 100 años, hasta los más nuevos que rondan entre los 10 y 14 años.
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Las diferentes alturas de los viñedos, desde 400 a 800 m, proporcionan una amplia gama de caracterización de los vinos.
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La diversidad de sus suelos, con un carácter ácido, le confiere una identidad particular. Suelos arenosos procedentes de roca granítica que dan vinos largos y elegantes y suelos arcillosos procedentes de pizarras que proporcionan una mayor estructura y mineralidad a los vinos.
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Variedades de uva autóctonas y diferentes con un gran potencial enológico: Rufete, la más predominante en la zona, Tempranillo, Garnacha tinta (llamada Calabrés), Bruñal, Rufete Blanco (llamado Verdejo).
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Microclima de la Sierra de Francia muy adecuado para el cultivo de la vid. Clima Mediterráneo, húmedo con influencia de vientos atlánticos.
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La elaboración de los vinos empieza en el viñedo para obtener poca producción pero de uva de gran calidad. Se vendimia de forma manual, en cajas, seleccionando las parcelas en su momento óptimo de madurez y se elabora de forma natural respetando las características de nuestro suelo, clima y variedades, en definitiva “Embotellamos nuestro paisaje”.
Nuestros viñedos y nuestros vinos están registrados dentro de la D.O.P. (Denominación de origen protegida) Sierra de Salamanca, figura de calidad que certifica la autenticidad de nuestros vinos. También tenemos vinos certificados por CCL como Vinos de la Tierra de Castilla y León.