Gracias a un compañero del curso de Growhaking course que estoy haciendo, he descubierto la Gastrofísica, este compañero comentaba que hace tiempo hizo una investigación sobre placer organoléptico (placer que se obtiene a través de los sentidos) y se sorprendió de lo muchísimo que la percepción del sabor (y de la experiencia en general) tiene a la hora de percibir la calidad de la comida, es algo cultural.

La forma del plato, el tipo de cubierto, la presentación… todo afecta en la forma en la que nuestro cerebro interpreta el sabor (que es de lejos nuestro sentido menos importante), nos recomendaba el libro “Gastrofísica”, de Charles Spence él es un investigador de Oxford. 

Una de las muchas cosas interesantes en el libro, tiene mucho interés para los artesanos que se dedican al mundo de la cerámica y la alfarería, se trata de la forma de los platos.

Es algo que como consumidora he hecho…. vivimos en una época en la que la presentación de los platos debe ser de portada de revista, para que podamos compartir en nuestras redes sociales. Mucha gente acude a restaurantes a partir de una foto que ve en estas redes sociales. Nos encanta hacerle la foto al plato que nos vamos a comer y compartirla, resulta que el ángulo, tonalidad, el encaje visual del plato en la foto afecta MUCHÍSIMO a la forma que tenemos de percibir el plato

Algunos restaurantes empieza a usar platos…¡en los que puedes apoyar el móvil! De este modo controlan el ángulo para la foto y aseguran que la foto sale como toca, es una forma de promocionar su negocio y esto supone una oportunidad para ceramistas y alfareros.

¡Se abre un mundo de oportunidades para diseñar y crear platos fotografiables!