En España el gremio artesanal está formado por más de 38.000 personas, las cuales generan según los cálculos más de 125.000 empleos directos. Muchos de estos negocios compiten, consciente o inconscientemente, en un mundo global, y es que la artesanía y la digitalización tal vez tienen una cuestión pendiente de resolver. Analicemos la situación:
Entendiendo la artesanía y digitalización
El sector artesanal es más que un simple negocio. Es una forma de vida, un trabajo que se realiza con pasión, con el corazón. ¡Y qué nadie dude de la capacidad de nuestros artesanos y artesanas para marcar la diferencia!
¿Por qué hay personas empeñadas en seguir siendo artesanos?
Básicamente por tres razones.
La primera es porque a los artesanos nos gusta la gente y trabajar con ella. Nos encanta ver a nuestros clientes satisfechos. Nuestra filosofía es hacerlo todo con la máxima seriedad, hacerlo con dedicación y trabajar con la mejor materia prima.
La segunda razón es que nos encanta marcar la diferencia. Nos gusta decir que lo nuestro es único y que es lo que diferencia al cliente de la competencia. Piezas únicas e irrepetibles.
La tercera razón es que esta actividad se basa en la pasión y el corazón. Nuestra pasión es la de encontrar y descubrir el producto o la actividad que nos hace sentirnos realizados. Y cuando encontramos esa pasión, tratamos de cumplirla. Y lo hacemos con todo nuestro corazón.
Monstruos digitales y miedos artesanos
A continuación listamos algunos de los monstruos digitales y miedos artesanos más comunes:
La artesanía y digitalización son incompatibles, destrozan el producto y mecanizan algo que debe ser manual
Las plataformas de venta de artesanía son grandes corporaciones que manipulan y usan a sus usuarios con altos pagos y se apropian de las marcas de los artesanos
Si creo un sitio web para vender mis productos dejaré de ser artesanal, ya que uso máquinas y tecnología que no se corresponden con mi actividad
La tecnología no es sostenible y empezaré a participar en un mercado, cosa que no quiero.
Estos son un ejemplo de los miedos detectados entre algunos artesanos, propios también de artistas que no quieren hablar de su obra como ‘productos’, pues entienden su arte ‘mercantilizado’, o ‘prostituido’ en aquellos casos más pedantes.
Jarabe de palo, o cómo enfrentar la realidad
Me parece importante hacer un alto en el camino y concretar las consecuencias de no tildar a nuestras obras como ‘productos’, o sentir algún sentimiento negativo hacia esta acción, o incluso hacia el dinero.
Ser un artesano/a y trabajar desarrollando tus ideas es una maravilla, especialmente en el plano personal, ya que estamos dando forma y materializando nuestros sueños, ilusiones y esperanzas en cada uno de nuestros trabajos. Esto es algo maravilloso. Esta circunstancia es solo posible si tenemos la vida resuelta y no nos preocupa vender nuestros productos. También puede darse esta circunstancia si tenemos unos ingresos vitales, que obtenemos en otro trabajo y al cual dedicamos gran parte de nuestro tiempo que nos impide centrarnos en la artesanía por completo o, sí y sólo sí nuestro negocio es rentable.
El dinero es un posibilitador, no es algo ni bueno ni malo, por tanto si nuestras obras ‘no pueden tener un precio justo’, no podemos tener un negocio a largo plazo. Y por tanto nuestro paraíso en la tierra (nuestro taller, en el caso de la mayor parte de artesanos), no será rentable y tendremos que cerrarlo o dedicar parte de nuestros ingresos vitales a mantenerlo. Esto es algo que debe ser considerado con cuidado, no será la primera vez que un sueño se torna pesadilla.
La digitalización como motor de impulso de la artesanía
Lo cierto es que la artesanía y la digitalización ya bailan juntas desde hace mucho tiempo. Algunos artesanos ya usan esas herramientas sin ser conscientes incluso.
Por ejemplo, poco a poco se van introduciendo herramientas de fabricación digital en artes tan tradicionales como la joyería o la cestería. También los canales de venta se vuelven digitales, sin prejuicio de los clientes de la zona por supuesto. La promoción es algo necesario más que opcional, ya que cada vez más el mundo es global. Pero tal vez la principal causa sea el relevo generacional y la necesidad del uso de las redes sociales, espacios web, blogs, anuncios en plataformas y creación de artículos como este, ya que el público, nos guste o no, ya no pregunta a su vecino y mira en el buzón, ahora coge su móvil u ordenador y resuelve su pedido o consulta con lo que encuentra por internet.
No estar en esta red, de una manera u otra, o de todas las formas posibles a la vez, nos resta la capacidad de que nuestra actividad sea rentable para así seguir realizándola, y en la mayor parte de los casos, tendremos que abandonarla. En Sinequal te ayudamos a organizar tu negocio artesano, con asesoría y soluciones digitales para dar el impulso a tu negocio artesano que necesita.