Somos la quinta generación familiar de artesanos de la madera. Nuestro tatarabuelo, comenzó con su modesta ebanistería en un pequeño pueblo vallisoletano. Entonces no sospechaba que su pasión por el mundo de la madera tendría continuidad en sus hijos, y a su vez en los hijos de éstos, y así sucesivamente hasta el día de hoy.