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En el Asiento de Atrás

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Introducción

El propósito de En el asiento de Atrás es crear mochilas y bolsos de tela, lo más bonitos y únicos posibles, con una producción sostenible y controlada.

Por eso, somos ARTESANOS.

¿Quién empieza?

Toda esta historia la empecé yo, Alba. Supongo que porque siempre quise ser Artesana…

Ya de pequeñita, cosía muñecas de tela y eso que, en casa, no había muchos fans de la costura.

Lo que sí había era mucho arte así que me marché a Salamanca a estudiar la carrera de Bellas Artes. Gracias a estos cinco años dibujando, ahora podemos ofrecerte estampados diferentes y originales.

Además, para complementar, también hice un modulo de Patronaje Textil. Que, aunque, no tenía nada que ver con los bolsos, algunas cosillas sí que he podido aplicar. Y es que, en mi oficio,… el aprendizaje dura toda la vida.

Aunque este resumen, ayuda, no explica porque quise hacerme Artesana.

Sospecho, que el loco mundo consumista en el que vivimos, tiene mucho que ver.

No creo que explotar los recursos de la Naturaleza, fabricando millones de bolsos, sea el camino.

Si no que prefiero tener una pequeña producción. Donde, controlo a quien y donde compro, y sobre todo, siempre me acuerdo del nombre de todas las personas que me ayudan.

Me gusta que mis mochilas sean útiles. Y también quiero que sea difícil que te encuentres con otra igual. Por eso, elegí ser artesana.

Creciendo poco a poco:

Como empresa, empezamos a finales del 2010. Al principio, hacíamos fundas para los asientos de los coches, de ahí el nombre, En el asiento de atrás.

Poco a poco fuimos evolucionando hasta hacer, bolsos, mochilas, riñoneras y cualquier idea textil que se nos ocurre. ¡¡Aceptamos propuestas!!

A parte de la página web, de vez en cuando, hacemos ferias de Artesanía. Y también vendemos en algunas tiendas.

Pero… ¿Por qué hablas en plural?:

Porque, en esta historia casi nunca he estado sola. Siempre hay gente que me ayuda.

Para empezar mis señores padres, que son unos santos. Y es que después de toda una vida sin tocar ni una aguja, ahora están aprendiendo de telas.

Mis compis de Cascanueces, una tienda muy molona de Valladolid, que me ha dado la oportunidad de vender, crecer y aprender.

¡¡Ah!! Importante no olvidarse de Ángela, Carolina y María Ángeles. Mujeres costureras de toda la vida, que me dan ideas y me paran los pies, cuando me pongo demasiado creativa.

Y por supuesto, vosotros, mis clientes, que seguís estando ahí y creyendo en mi proyecto.