Introducción
Viña Santa Marina
Los antepasados de nuestro socio fundador, Álvaro de Alvear, se dedicaron al cultivo de la vid en Nájera, antigua capital del Reino de Navarra y perteneciente hoy a la Rioja.
A finales del siglo XVIII, Juan de Alvear fue destinado a Córdoba. Su hijo, que seguía vinculado a Nájera como Alcalde, se casó ya con una cordobesa. Se trasladó a la ciudad de Montilla, en donde, como llevaba su vocación en la sangre, plantó viñedos y estableció su bodega en 1.715. Sus descendientes fueron, en su mayoría, marinos y militares, pero, al retirarse, retornaban a su casa para dedicarse a la bodega.
Entre ellos, hay que destacar a Diego de Alvear Ponce de León, contralmirante de la Armada, políglota, investigador de la flora y fauna de la América Hispana, en la que fue nombrado uno de los tres comisionados para trazar, en nombre del Rey, los límites entre las fronteras de España y Portugal. Héroe de la guerra de la Independencia, cuando estuvo al frente de las tropas que defendieron la Isla del León en donde impidió el paso de los franceses.
Su tataranieto, Álvaro de Alvear, dirigió durante décadas la bodega familiar de Alvear. Más tarde, decidió comenzar este nuevo proyecto. Actualmente son algunos de sus hijos y sobrinos quienes dirigen Viña Santa Marina.
Fundada en 1999, Viña Santa Marina está emplazada a 12 km. de Mérida, junto a la autovía de La Plata. Fueron las raíces extremeñas de su fundador, Álvaro de Alvear, las que le llevaron a comprar esta finca de 200 hectáreas a los pies de la Sierra de la Moneda, con 80 hectáreas de bosque mediterráneo perfectamente conservado que la embellecen. En éste paraje único se creó una bodega de terroir, con parcelas pequeñas plantadas de variedades de uva autóctona y otras de origen francés. Una historia de más de 300 años donde la familia Alvear y sus terroir han estado intrínsicamente unidos y hoy producen en Viña Santa Marina vinos excepcionale