El Guadina, eje de la comarca
El Guadiana da sentido a todo el decurso humano en la zona, empezando por la presencia de grupos paleolíticos de cazadores-recolectores (cuyos instrumentos de cuarcita tallada se encuentran en las rañas depositadas por el río) y acabando en nuestros días, con la omnipresencia de los regadíos. Actualmente, articula todo el territorio, siendo su vega agrícola, con centro económico en Montijo-Puebla de la Calzada, una de las zonas más productivas de la región.
Tierra de Mérida-Vegas Bajas entra en la historia con la fundación de Emerita Augusta en el año 25 a. C., cuando el general Publio Carisio, por mandanto del emperador Octavio Augusto, decidió asentar en la margen derecha del Guadiana a los veteranos de las legiones V Alaudae y X Gemina. Desde entonces, el singular valor estratégico de Mérida ha sido uno de los factores más influyentes en el devenir histórico del conjunto de la comarca: romanos, pueblos germánicos, musulmanes, cristianos, los distintos invasores contemporáneos y las decisiones políticas actuales siempre han tenido en cuenta la estratégica situación de la que fue capital de la Lusitania y el denso nudo de caminos en que está enclavada.
Fruto de esta concentración de gentes y civilizaciones son los dólmenes de Lácara, Carmonita o la Cueva del Monje -por citar sólo algunos de los más significativos-, las pinturas rupestres de las sierras de San Serván y Alange, el conjunto arqueológico romano y visigodo de Mérida, las iglesias santiaguistas de Montijo y La Garrovilla -entre otras muchas-, los pantanos y canales que dan vida al regadío, y las innumerables realizaciones del pasado siglo XX.
La comarca, que coincide en su mayor parte con el antiguo Partido Emeritense de la Orden de Santiago, cuenta además con un conjunto de espacios naturales magníficamente conservados, como el Parque Natural de Cornalbo, las estribaciones meridionales de la Sierra de San Pedro, los entornos de los embalses de los Canchales, Montijo y Alange, el Prado de Lácara, el río Aljucén y las sierras de San Serván, Peñas Blancas y La Garza.
Las principales actividades económicas de la comarca están relacionadas con la agricultura y la agroindustria, a excepción de Mérida, donde destacan el sector industrial y, sobre todo, el de servicios, que ha experimentado un gran desarrollo en los últimos treinta años, especialmente gracias a dos importantísimos acontecimientos: su designación en 1983 como capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura y la declaración por la UNESCO, en 1993, de su conjunto arqueológico como Patrimonio de la Humanida